24 Ene Sólo coherencia y respeto

Comprendo que la vicepresidenta Sáenz de Santamaría quiera leer el pregón de la Semana Santa vallisoletana. Comprendo que el arzobispo no lo vea lógico. Comprendo que muchos anticlericales vean una oportunidad en esto para ir contra la Iglesia  y que las redes sociales estén que arden. Pero no comprendo dos  puntos muy sencillos que considero lo más importante de todo esto. Voy a explicarme.

Y antes una aclaración: Nunca entro a juzgar la vida privada de nadie, ni considero que una persona sea mejor o peor por creer en Dios o no creer. De hecho, muchos de mis amigos son ateos y grandes personas. Pero sí valoro y mucho, entre otras cosas, la coherencia, sobre todo de las personas públicas. Sean de la Iglesia y sus fieles, o de los ateos o no practicantes.

Lo primero: Si ni crees en Dios, ni te interesa la Iglesia, ni practicas su mensaje, ¿qué coherencia hay en pretender representarla en un acto qu no tiene sentido alguno para quien no es creyente practicante? Una cosa es asistir como un curioso más y otra muy distinta la de participar como miembro activo de la Iglesia de tal forma que tiene autoridad moral para hablar de  todo lo que significa la Semana Santa.

Lo segundo: Y si la Semana Santa en Valladolid se ha convertido en un mero evento cultural sin más donde el pregón nada tiene que ver con lo religioso, ¿por qué tiene que hacerse en la Catedral? o ¿por qué tiene que participar el arzobispo?

Digámoslo claro y firme. Para los católicos la Semana Santa es semana de reflexión y rememoria del misterio más grande de nuestra fe: Dios muerto y resucitado. Aunque no lo entiendan los no creyentes, ¿es mucho pedir el respeto que para nosotros merece lo más grande que tenemos?