07 Abr Cuestión de conciencia

Ellos y ellas tenían nombres… y montones de sueños… No quiero que pese sobre mi conciencia el pasar a la historia como parte de una generación que pudiendo hacer algo por ellos, no lo hizo. Personalmente me lo pidieron todos los que escuché en mi visita en Iraq y no puedo dejar de oír sus voces.

Supongo estás al día con las noticias. El jueves santo 150 estudiantes masacrados en Kenia, ayer una iglesia quemada y 30 muertos más. Más todo lo que ha venido sucediendo estos meses atrás, en algnos casos, años. Tan solo por ser cristianos. Mi conciencia no me permite quedarme de brazos cruzados y esta mañana he creado un CHANGE por el que estoy pidiendo firmas para que la ONU detenga ya esta violación de los derechos fundamentales de los cristianos en Oriente Medio y África.

En cuatro horas hemos conseguido ya 436 firmas. No confío en la ONU, pero es el único organismo que puede hacer algo. Y quién sabe si alguien que pueda ayudar de verdad, lo lea y actúe. Al menos que conste en la historia que no nos quedamos de brazos cruzados. Dios ve perfectamente el fondo de nuestro corazón y ante Él consta mejor. El papa el domingo pidió que la Comunidad Internacional actuara y a nosotros que no los olvidemos:

«Roguemos ante todo por la amada Siria e Irak, para que cese el fragor de las armas y se restablezca una buena convivencia entre los diferentes grupos que conforman estos amados países. Que la comunidad internacional no permanezca inerte ante la inmensa tragedia humanitaria dentro de estos países y el drama de tantos refugiados.
[…]
Que todas las personas de buena voluntad eleven una oración incesante por aquellos que perdieron su vida y pienso muy especialmente en los jóvenes asesinados el pasado jueves en la Universidad de Garissa, en Kenia, los que han sido secuestrados, los que han tenido que abandonar sus hogares y sus seres queridos.”

Te invito, además, a la vigilia de oración que estamos viviendo en Twitter. Trasládala a Facebook si no tienes Twitter. Frente al silencio de la opinión pública mundial y los medios de comunicación, los ciudadanos anónimos, a través de las redes sociales, están alzando la voz para decir que todas estas vidas también importan. Millones de personas estamos usando los hashtag #GarissaAttack o #147notjustanumber en una vigilia de oración vía Twitter. Por los 12 asesinados en París, hubo cuatro millones de personas manifestándose. Por los miles de cristianos masacrados no ha habido ni una sola manifestación física.

El mundo se está incendiando ¿y nosotros dormimos tranquilos? Hagamos, al menos, todo lo que esté de nuestra parte. Esta pascua es extraña, la alegría del Resucitado está ahí, pero son estos cristianos capaces de dar su vida por Su Nombre quienes me recuerdan que «verdaderamente ha resucitado». Imposible que no duela lo que están sufriendo, imposible olvidar que son hermanos nuestros.

Si queréis firmar también vosotros, lo podéis hacer AQUÍ

Dios nos libre de tener que pasar nosotros o nuestros seres queridos por lo que estos hermanos nuestros están pasando.